Mi pregunta es: ¿Qúe cabeza es capaz de soportar subir al olimpo de los Dioses y bajar al Coliseo a lidiar a la muerte en una silla sentado? Creo que hay muy pocas y muy pocas ha habido en la historia.
Ayer Morante homenajeó al toreo de los primeros años del siglo XX. Seguramente, Rafael “El Gallo” estaba sentado en el Olimpo con todos los Grandes, con su hermano, con Belmonte, con Chicuelo, etc. Y con su sombrero de ala ancha para tapar su divina calva, asintiendo con la cabeza, cigarro en mano, y diciendo que ese que allí abajo toreaba es el próximo que entrará en el Olimpo el día que Dios quiera.
Ahora viene Madrid el día dos y estoy seguro que allí le volverá a cantar al oído otro de los Grandes, esperemos que sea de nuevo Rafael , por el cante de la espantá.
Habrá quien lo critique, pero a mí no me cabe la menor duda de que la historia pondrá en su sitio a éste nuestro torero. Ya que, Morante de la Puebla, con la arcilla de las marismas del Río es capaz de levantar Giraldas en cualquier plaza del mundo, mientras que el resto con vigas de acero solo se limitan a cortar orejas sin ton ni son.
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